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Mostrando entradas de 2021

Tiempo de Silencio, de Martín Santos. Retrato de otra España.

  Martín Santos marcó con su Tiempo de Silencio un antes y después en la novela española de posguerra, tanto por las formas narrativas, como por el fondo que exponía crudamente una realidad, la del Madrid de finales de los cuarenta, con trazos duros y sombríos, pero también cómicos y mordaces, grotescos, oscuros, diría que incluso góticos. Y lo hizo a través de una narración simple, indirecta, de pasada; con esa sencillez con que la genialidad literaria retrata su tiempo desde un relato aparentemente trivial. Pedro, un joven médico empeñado en la trascendencia a través de la investigación, trabaja con su asistente Amador en los menguantes ratones de laboratorio de que dispone, persiguiendo un descubrimiento en la lucha contra un tipo de cáncer. Tales ratones (genuinos y escasos ejemplares traídos de la misma Illinois) no se reproducen en su laboratorio como lo hicieran en su lugar de origen; con toda probabilidad en una cautividad mucho más proclive a ello. Como consecuencia, sus ro

Volverás a Región, de Juan Benet. La belleza de una complejidad laberíntica.

  Hoy vamos a volver a Región de la mano de Juan Benet, que es casi una vuelta obligada (a veces en más de una ocasión), porque la complejidad a menudo farragosa del autor, impone relecturas que aun así permanecerían en la sombra sin la aclaración de alguna de sus obras posteriores, siempre a vueltas con ese universo imaginario. Volverás a Región (1967) , obra fundamental del tardofranquismo, que marca para mí (junto con otras, como el Tiempo de Silencio de Martín-Santos) el inicio de una senda nueva en la ficción literaria nacional, es un relato oscuro, críptico, profundamente psicológico, esforzado incluso (a menudo uno ha de releer un párrafo para entenderlo, a menudo ha de volver atrás para captar un concepto…), pero gratificante a la postre, como lo son todas las obras del autor, que desplegó en mi opinión, una de las más complejas, acabadas, expresivas y personales narrativas de la lengua española. El universo de Región es un imaginario detallado (en sus primeras ediciones

Sebastián o el dominio de las pasiones, de Lawrence Durrell. Un tratado ligero.

  Pertenece esta obra al Quinteto de Avignon , siendo la cuarta entrega, tras Constance . El problema con Durrell es que te obliga a leer todas sus obras y en el orden correcto, o tendrás problemas para entender lo que lees. Así sucede también con su Cuarteto de Alejandría ; cuatro obras de las que una de ellas, Justine , ya se trató en este blog. Justine (junto con Clea , las dos obras del Cuarteto que he leído) me gustó realmente; acaso porque era la primera de una serie y entonces no había puntos oscuros. Pero con Sebastián , habiendo leído (y hace un tiempo) solo otra entrega del Quinteto, me he visto a menudo asaltado por personajes nuevos para mí que eran tratados como si el lector tuviera la obligación de conocerlos. Es esto lo que más me chirría de Durrell. Sebastián trata (pretende tratar) sobre el amor, el deseo, el control de las emociones, tal cual nos adelanta su subtítulo. Y lo intenta a través de las sutilezas de las sectas gnósticas, las preocupaciones psicoanalíti

Cuentos de H. Bustos Domecq, de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. La broma de la modernidad.

  Hay libros olvidados que conviene releer cuando los tiempos en su discurrir cotidiano parecen ponerlos de nuevo en boga. Así, en días plagados de listos y aprovechados, de arribistas, de lumbreras de lo nuevo , de mixtificadores de las tendencias , de buceadores de aguas posmodernas, tanto en lo artístico como en lo social y político, en lo humano, ¡en todo!, viene bien refrescar los Cuentos de H. Bustos Domecq , destilados por la lucidez y la finísima ironía de Borges y Bioy Casares. Siempre he imaginado a los dos autores argentinos partiéndose de risa mientras daban curso a las disparatadas historias que pueblan las sucesivas entregas de esta obra. La primera aparición se constituyó con los Seis Problemas para Don Isidro Parodi (1942). La siguieron con las Dos Fantasías Memorables (1946), y después de un paréntesis de veintiún años, remataron con las Crónicas de Bustos Domecq (1967), para mí de una genialidad delirante, y por último los Nuevos Cuentos de Bustos Domecq , ya en fe